miércoles, 6 de noviembre de 2013

Valdrá la pena.

¿Qué mas da el dolor? Este nos hace más fuertes que cualquier otro sentimiento, más grandes. Aprender de cada caída es lo que nos da la vida, lo que verdaderamente nos ayudará a seguir. Cada golpe, cada lágrima, cada grito de angustia marcará un antes y un después en nuestras vidas. No te preocupes por sufrir, no evites llorar, valdrá la pena. 

miércoles, 5 de junio de 2013

Mi metamorfosis.

-Recuerdo aquella mañana tan peculiar, en la que yo era de una forma muy diferente. Todo comenzó una noche como otra cualquiera…
“Agotada me dirigía por fin a casa, era consciente de que había sido un día duro y que lo mejor sería descansar. Cuando emprendía camino me topé con un viejo amigo. Después de mantener la típica e incómoda conversación entre dos personas que no han sabido nada el uno del otro en años, me dispongo a marcharme con la frase: “bueno, debería irme ya a casa.” Para mi sorpresa, él me ofrece ir a tomar unas copas con algunos de sus amigos. Miro el reloj, miro a mi compañero, miro nuevamente el reloj y acepto la oferta, total, me merezco pasarlo bien.”
“Después de un duro esfuerzo consigo abrir los ojos. Que agotada me sentía, me pesaba todo el cuerpo. Sin saber cómo ni por qué habían pasado las horas volando. Intenté levantarme, pero mi sacrificio fue en vano. Me preguntaba qué habría pasado aquella noche, no conseguía recordar nada, mi mente estaba nublada. Minutos más tarde conseguí levantarme, y en ese preciso instante fue cuando me pude percatar de que no me hallaba en mi cuarto. Corrí hacia la puerta más cercana a la cama, era un baño. Me miré al espejo. Esta no era yo, todo en mí era diferente, pensaba de una forma diferente, pero raramente mi rostro me sonaba conocido. Un escalofrío recorrió cada centímetro de mi cuerpo. Estaba en un lugar mugriento, las habitaciones desprendían un terrible sentimiento de impureza, era atroz. Pero aquello no era lo que más me preocupaba, lo que perturbaba mi mente era el hecho de que todo era diferente, e incluso yo. Me asusté. Ilusa me recosté en aquella cama, con el pensamiento de que si volvía a dormirme al despertar sería yo de nuevo. El miedo se estaba apoderando de mí. Después de ser consciente de que aquella idea no tenía demasiado sentido, decidí recorrer la casa. Eso cada vez me gustaba menos, pero con el paso de los días fui capaz de asimilar que iba a tener que vivir con esto. Más tarde mi mente empezó a mostrarme algunas cosas con claridad, aquella nube de dudas empezaba a desaparecer. Lo comprendí. Comprendí que por fin sabía quién era. ¿Acaso no era obvio? Era tú. Diez años después, cuando ya por fin conseguí asimilar lo que me había sucedido, apareces tú. O sea yo. Tú con mi cuerpo, con mi vida. ¿Qué hiciste? No, mejor dicho: ¿Qué hice yo para merecer esto? Por favor, necesito una maldita respuesta.”

Él se levantó de una de las butacas de aquella cafetería, y sin respuesta alguna, se marchó.

lunes, 27 de mayo de 2013

Un amigo siempre es experto en tranquilizarnos.

"Oliver Wood: ¿Asustado, Harry?
Harry Potter: Un poco.
Oliver Wood: Tranquilo, yo estaba igual en mi primer partido.
Harry Poter: ¿Y qué pasó?
Oliver Wood: La verdad, no me acuerdo... Una bludger me golpeó la cabeza a los cinco minutos. Me desperté a la semana en el hospital."
-Oliver Wood a Harry Potter en 1991. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Nada es casualidad.

"Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad."

Mi princesa.


"-¡Mesero!-Dígame, joven.-¡Hay una princesa en mi mesa!-Es su novia.-Lo sé, sólo estoy presumiendo."




martes, 21 de mayo de 2013

Ven.

Ven, acompáñame a un lugar en el que solo seamos tú y yo. Mi orden y tus inseguridades, mi miedo y tu locura. Juntas, en una caravana, recorriendo mundo, sin miedo a nada. Viendo cosas inimaginables, probando sabores insospechados, oliendo la libertad. La libertad contigo. A tu lado siento que no me da miedo nada, sólo contigo. Como echo de menos que estés aquí, a mi lado, junto a mí, besándome a cada minuto, provocando suspiros. Le das la magia a mi vida, toda esa magia que siempre había faltado. Quiero emprender un viaje junto a ti, un viaje que siempre recordaremos.


Sueña.



Amores que matan.

"Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren."

Ignorancia.


Avanza.


lunes, 20 de mayo de 2013

Disfruta.

Déjate llevar por la maravillosa voz de Norah Jones, y te transportará a un mundo de tranquilidad y paz interior que posiblemente desconozcas. 



miércoles, 15 de mayo de 2013

Sé feliz sabiendo quién eres.

Al nacer nadie nos advierte de la clase de cosas que podrán pasar a lo largo de nuestra vida; del amor, las despedidas, la tristeza, la magia,  la felicidad, etc. Nacemos sin un manual, sin unas instrucciones. ¿Acaso no es bonito que la vida te sorprenda cada día con cosas nuevas? Incluso lo malo puede ser bonito. Los malos momentos te hacen madurar, la vida hace que madures. Jamás diré que en mi vida han sobrado las cosas que me han hecho llorar, porque son las que han conseguido que sea la persona que ahora soy, capaz de ver la belleza en cualquier objeto, cualquier persona... Capaz de apreciar los detalles. Una persona atenta. Me siento orgullosa de cómo me he convertido en lo que soy, me siento orgullosa de lo que soy.
No te avergüences de ti misma, lucha por lo que eres, por lo que quieres. No abandones lo que te hace feliz. 

Y comprendí que...

Y comprendí que en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos va, casi como volando, cuando menos lo esperamos. Inevitablemente nos vamos agotando, se nos agota el alma. Te despiertas una mañana y te das cuenta de que tienes que disfrutar de tus días, de este día. Aprovechar y vivir el momento. Arriesgar para conseguir algo, pero sin arriesgarlo todo. ¿Alguna vez te has parado a pensar en ti, en lo que sientes, en lo que te mereces, en lo que necesitas? Piensa un poco en ti, pero sin dejar de pensar en los demás. Busca tu camino y síguelo sin mirar a atrás. La vida se nos agota en cada suspiro. Disfruta del momento sin olvidar la realidad, recuerda siempre que la muerte nos acecha en cada esquina, buscando la debilidad, tu debilidad. Sé siempre fuerte, no lo olvides. Cuando caigas y pienses que todo ha terminado, que simplemente estás agotado, busca razones por las que seguir a adelante. Lucha, levanta la cabeza, búscale el sentido a esta vida, Vida de locos. Suena irónico, ¿verdad?, pero es así. Muchos vivimos con miedo, miedo al fracaso, miedo a la soledad e incluso miedo a la propia vida. 
Y comprendí que vivir con miedo no es vivir, que este sentimiento nos evita seguir caminando. El miedo, esa sensación de angustia. Te tiemblan las piernas, el corazón te va a mil por hora, te sudan las manos y tu respiración se acelera. No es amor, no confundáis, es miedo.
Y comprendí que detener un momento tus prisas y pararte a sentir más es la mejor manera de vivir.
Y comprendí que no podía permitir que sus labios fueran las puertas a mi paraíso. Supe que no debía depender de una persona. Pero, ¿y qué? Para mí tan solo era un sueño, el sueño que cada noche al acostarme revivía, un producto de mi imaginación. ¿Te imaginas cómo sería sentir lo que siente una persona cuando desea algo con todas sus fuerzas durante años y lucha por ello pero nunca llega? Tan solo eran ilusiones, ilusiones tontas. Ilusiones que más tarde se esfumarían.
Y comprendí que si el destino existiera, nuestras decisiones no tendrían sentido, no repercutirían en nuestras vidas. Somos los dueños de nuestra vida, los guías de nuestro futuro. 




Mis preocupaciones.

No me resulta muy fácil plasmar todas mis preocupaciones en un papel, ya que soy una persona a la que todo le preocupa. Me preocupa la vida, no saber qué hacer en los momentos importantes, perder todo aquello que me importa por cometer uno de mis errores tontos, me preocupa mi miedo al desprecio... Luego me preocupa lo que pueda hacer ese señor que nos gobierna, puede que una de sus decisiones estúpidas nos causen muchísimos problemas a todos. Me amarga no dar la talla. Me preocupa muchísimo el futuro, no conseguir aquello que suelo. Me preocupa mantener en pie mi relación y mis amistades. Me preocupa fallarle a la gente que me importa, que no me valoren y que no confíen en mí. Y sí, aunque parezca ridículo me preocupa el calentamiento global, la crisis, los atentados, el hambre en el mundo, las muertes ajenas, el machismo, el maltrato animal, la caza furtiva, la extinción de las especies y un largo etcétera. Estas ideas me perturban. Me preocupa la salud de mi familia, la de mis seres más allegados y la mía. Me preocupa mantener a mi pareja arriba. Me preocupa no elegir el camino correcto. Me preocupa hacerlo bien. 

Simplemente precioso.

Belleza en estado puro. 


Libre.




 

Inténtalo...



...aunque pueda fallar.

Sólo si es contigo.



Dilo.


Coges tu libreta, esa libreta que elegiste una vez para proponerte escribir los aspectos de tu vida que te gustaría cambiar, la observas, piensas, te planteas... ¿Quizás soy yo el que debe cambiar? 
Se limitan a pensar que lo haces mal, que te da igual tu futuro o, generalmente, tu vida. Pero no son capaces de imaginar la frustración de tu mente, los pensamientos que rondan tu cabeza, los problemas que hay en tu vida o, simplemente, que sientes. Sí queridos míos, todos aquí sentimos, todos tenemos problemas y frustraciones. La vida no es ningún camino de rosas. Pero, ¿quién soy yo para hablar de la vida? Solo soy una niña de 16 años que está comenzando a vivir. Niña la cual se queja de sufrir, pero es consciente de que a  lo largo de su remota existencia sufrirá muchísimo más de lo que lo está haciendo ahora. Quizás no tenga motivos para quejarme o, simplemente, mis motivos sean escasos y sin sentido... Pero, ¿y qué? No me tiene porque pasar lo mismo que a los demás para saber que es sufrir. Cada uno en esta vida sufre a su manera.
Debo callarme, abandonar mis pensamientos tan solo un instante. 
Se despide una cría que solo reproduce en un papel sus pensamientos, alguien que solo siente. 

Querida música.



¿Qué sería de nosotros sin la música?
¿Acaso no seríamos almas en pena que bagan por el mundo sin ningún tipo de sentido?
¿Valdría la pena vivir sin poder sentir que hay alguien en otra parte del mundo que sabe por lo que estás pasando, que siente, al igual que tú?
La cuestión es, ¿podría vivir yo sin ella?
No podría. Lo sé, lo afirmo, lo grito, lo siento. Sé que no podría. Me aíslo en ella, escondo mi tristeza y mi frustración detrás de unos solos de guitarra, bajo el poema de un buen rapero. 
Tú, música, que me haces sonreír cuando nadie ha sido capaz de conseguirlo.  
Que me susurras al oído que todo va a estar bien, que habrá tiempos mejores.
Tú que sacas lo mejor de mí, y haces que lo malo quede a un lado durante unos minutos.
A ti sí que no te cambio por nada. 


Un paseo para recordar.



"Nuestro amor es como el viento; no puedo verlo, pero sí sentirlo."

martes, 14 de mayo de 2013

Pablo Neruda, Poema 20.



Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.» 

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 

Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. 

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Contigo.


Contigo aprendí que el miedo no es invencible, que las sonrisas no se narran, se recrean, que el mundo luce más bonito al abrigo de tu amor. Junto a ti comprendí que el tiempo pasa mucho más rápido cuando sabes emplearlo, que a tu lado todo resulta más fácil, se ve de mejor forma. Contigo supe lo que era experimentar el cariño, la comprensión, la fuerza que es capaz de aportarte otra persona, la seguridad, la vida en estado puro.
Sólo contigo lo comprendí.



Ay, amor.



Ay, amor. Yo no quiero despertar de este sueño, abrir los ojos y ver que todo esto era mentira, que no era más que una ilusión tonta. Despertar de este lapsus mental que ahora mismo siento, de esta felicidad tan cercana al paraíso. Lo agradezco, agradezco cada sonrisa que me has dado en los peores momentos y esos abrazos inesperados, abrazos que van plagados de ternura. Tu ternura, la ternura que desprendes y la forma de manifestarla, eso es maravilloso. 
Sí, confieso que no pienso que esto vaya a ser para siempre, sé que nada es para siempre. Pero contigo lo quiero, me haces sentir tan bien. Ay, amor, adoro el roce de tus labios y tus latidos de locura, locura soñada.
Todos en algún momento de nuestra vida soñamos con vivir algo por el estilo, ¿quién no desea recibir amor por parte de alguien? El amor nos llena, nos hace sentir libres, intocables. Ay, amor, contigo me siento intocable. 
¿Por qué nos obsesionamos con conseguirlo, con conseguir el amor? ¿De verdad es tan importante para nosotros? Para mí sí que lo es. Vale la pena sufrir solo por vivir la sensación tan maravillosa de sentirte puro, un ser superior al resto. 
Como bien dice Nena Daconte "Y es que otra vez no quiero perder lo que tanta gente anda buscando por ahí, lo que le hace a tanta gente ser feliz, lo que tanto amor me perdí."


Me arrepiento.



Mi corazón se está acelerando, me sudan las manos y no soy capaz de controlar mi respiración. Siento un fuerte dolor en la sien, como si algo me estuviera presionando. Algo le pasa a mi cabeza, algo va mal, pero no sé qué, puede que llegue a arrepentirme si lo hago… Quizás debería regresar a casa, o quizás no. Creo que es una mala decisión, que esto no está bien. ¿Pero qué puedo perder? Ya no me queda nada, simplemente una habitación vacía donde ahogarme cada noche entre lágrimas, lágrimas de arrepentimiento. ¿Por qué no puedo parar de llorar? No es mi culpa, fue la suya. ¿Pero qué puedo hacer? Él ya no está, solo yo puedo cargar con esto. ¿Debería entregarme a la policía? No puedo controlar mis emociones, me asfixian. No fue mi culpa, no lo pude evitar. Lo hice por él, lo quería. Quizás lo entiendan, o quizás no… No, no puedo entregarme, no tengo por qué entregarme, soy inocente. No tengo la culpa. Simplemente se nos fue de las manos, sólo eso. Quizás puedo hacer como él, huir. Total, para eso estoy aquí, ¿no? Todo este caos en mi mente acabaría, es tan fácil como un salto, un simple salto, sólo dejarme caer. ¿Por qué me está pasando esto? No me lo merezco. Yo simplemente me dejé llevar por el amor que él me dio, por la vida que me prometió, una vida a su lado. Me dijo que todo estaría bien después de esto, que únicamente tendríamos que hacerlo una vez. Pero me mintió. La persona que yo tanto amaba me engañó. A mí no me gustaba lo que hacíamos, o quizás sí. ¿Estoy enferma? Yo no lo podía evitar, para mí todo lo que hiciera junto a él me parecía increíble. ¿Pero qué estoy diciendo? ¿Por qué pienso esto? Soy culpable. Culpable de dejarme llevar, de confiar. No, no tengo la culpa. Es su culpa. Él me obligó, me dijo que todo iba a salir bien. ¿Cómo iba a saber yo que toda esa gente moriría? No consigo sacar de mi cabeza esos gritos, esa sinfonía de espanto. Necesito ayuda. Pero yo no estoy loca, era él, él me obligo, me dijo que todo saldría bien. Tengo miedo, ¿a quién quiero engañar? Me equivoqué. Tengo que acabar ya con esto, no lo puedo soportar más, no puedo seguir oyendo eso en mi cabeza. ¿Y qué mejor forma que esta? ¿Y si quizás esta no es la mejor manera? Está muy alto. Pero es lo mejor. Yo no merezco esto, o quizás sí. Esa gente sí que no lo merecía. Soy culpable, pero él también lo fue. ¿Moriré como una cobarde? No importa, merezco un final así. Ahora sé que el mayor error de mi vida fue confiar en él, en su palabra. Pero no lo pude evitar, lo quería. Yo misma me castigaré. Adiós. Lo siento de verdad. Me arrepiento. 

Love of Lesbian-Belice


"No evitarás que quiera largarme cuanto antes, si cada vez que me quiero ocultar tú me conviertes en gigante."
"¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad, si de quien pretendo huir, seguirá dentro de mí, y eres tú? Eres tú, si puedo escapar es con la mente."